08 junio, 2013

¿Yo era así cuando era pequeñito? / J'étais comme ça quand il était petit?

Papi, Papi, Papi.... ¿de verdad que yo era así cuando era un gatito pequeñito?




Hoy, mientras estaba echando un vistazo a los álbumes de fotos de casa, algo que suelo hacer de allá para cuando y recordar los viejos y buenos tiempos, encontré un gran número de fotos analógicas de Mishy Mishy cuando era bien pequeñito.



Entonces no tenía cámara digital pero sí una cámara de carrete de las de entonces y que fue una pena no tener una digital para inmortalizar instante a instante cada día más de este simpático ser y mascota que me acompaña, y al cual yo también acompaño, desde que entró en mi vida.



Desde bien pequeñito Mishy Mishy ya era super cariñoso, ya era un gato simpático al que le gustaba subirse a lo más alto de los muebles del salón, que no eran de muy buena calidad, todo hay que decirlo, y que no me importaba que trepara hasta lo más alto de él, con tal de verle disfrutar, al fin y al cabo nunca rompió nada, ni nunca arañó muebles, ni nunca hizo nada más allá de lo que pueda hacer uno en su casa moviéndose por ella.




He tenido suerte en que esta mascota inteligente sepa que tiene zonas de la casa para él, que puede correr por todos lados, saltar a todos sitios pero lógicamente no arañar maderas, muebles, cortinas, que es lo que uno oye cuando alguien se queja de su mascota gatuna.. Mishy Mishy no es así, también supongo porque desde bien pequeño se le ha educado a que hay zonas guays para él y zonas en las que el ser humano está y debe de respetar, sin que eso signifique que no tenga acceso a ellas, sino todo lo contrario, usarlas para descansar, para pasar por ellas pero sin más.

Ya desde bien pequeño dormía siempre en mis brazos, o si estaba en el sofá del salón tumbado, o si estaba en el ordenador trabajando tenía que estar bien en mi regazo, mis piernas o incluso en los huecos de la mesa del ordenador que existían, pero siempre cerca.. 

Han pasado 10 años desde esta fotografía y me siento tan cerca de él y lo siento tan cerca de mí que es un amor de gato, seguimos en comunión, seguimos con nuestras reglas, que a veces no se cumplen como en cualquier tipo de convivencia, pero como hoy comentaba a alguien, si nunca has tenido un gato en tu hogar no sabrás nunca el cariño, el respeto y lo que llenan también estas mascotas, que tienen como siempre mala fama frente a los canes.


Todo es arriesgarse y tener un gatito desde bien pequeño, eso sí, dado que se acostumbrará a las reglas que le marque uno desde bien pequeño, aunque él haga su vida a su bola, como suele ser, pero no te encontrarás ante un ser maligno y ávido de sacarte los ojos, como se dice por ahí, sino a un bichito que te hará las tardes menos solitarias, le oirás ronronear y te hará entrar en sueño con ese sonido y lo verás lamiendo la leche que le pongas y la barbillita llena de ella, y siempre con una ternura hacia la persona que le ame que sinceramente, llena.


Saludos del papi gatuno...
es casi hora de cenar, qué raro que no esté por aquí maullándome y pidiendo su cena...

;)

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