Ya de pequeño era un gatito muy tranquilo, juguetón, me gustaba estar calentito entre las mantitas, entre los brazos, o simplemente investigando qué es lo que había a mi alrededor.
Si actualmente no me gusta el Leoncito es porque de pequeño mi Papi lo hizo sonar y era uno de mis mejores amiguitos pero no sabía que el peluche rugía de verdad, aún lo hace, así que mantengo las distancias por si acaso.
En estas fotos podéis verme con no más de 2 meses en mi casita, mi antigua casita, porque ahora vivo con mi Papi, y aunque echo de menos el gran patio trasero ahora estoy más cómodo, también investigo en las dos plantas de mi casa y se ha sustituido el correr por los pasillos a subir y bajar escaleras.
Espero que os gusten.
Saludos gatunos,
maaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuu ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ (o sea, tengo hambre Papi, dame de comer).
