Como cada tres meses me llevan al veterinario para darme las pastillas desparasitarias y sobretodo para medir mi índice de masa corporal y peso, porque sigo estando algo gordito, según ha dicho la veterinaria del centro al que mi Papi me lleva.
En esta ocasión la verdad es que he ido algo nervioso, quizás porque en la antesala de la clínica estaba llena de perros grandes que no dejaban de mirarme y de otro gatito que estaba todo el rato maullando y maullando y quizás eso me ha contagiado.
Nada mas tocarme la veterinaria para poderme dar la pastilla antiparasitaria he lanzado un buen bufo a lo "vitorino" y lanzado un par de veces las zarpas así que en estas ocasiones no conozco ni a mi padre aunque se ponga delante, y así ha sido.
Menos mal que tras el bufido inicial todo ha ido de maravilla: me han cortado las uñas, me han firmado la cartilla y .. oh de mi¡¡ que me han dicho que tengo que seguir rebajando algo más de peso, lo que significa que mi papi me dará menos comidita todos los días, algo que no me gusta por otro lado, pero vamos, teniendo agua por todos sitios en casa para ir bebiendo y saciando el hambre con ese líquido elemento, pues todo sea en consecución de estos nuevos objetivos.
Tras la cita con la veterinaria mi papi me volvió a dar un langostino, por ser un gato bueno bueno bueno....
Eso sí, sigo sin tragar el maletín porta gatos, no me gustaaaaaa..............
maaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuu ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
