Una de las cosas graciosas que tiene eso de ser gato es que cualquier ruido diferente al habitual genera en mí una gran curiosidad.
Aunque soy un gato valiente (eso ya se constató cuando me tiré el primer día por la ventana del primer piso al patio interior de donde vivo ahora, algo que ya no he repetido y no pienso decírse a mi Papi los motivos por los cuales ahora me da respeto la ventana y tirarme) cada vez que oigo un ruidito me asomo, busco y localizo lo que es.
Mi Papi constantemente juega conmigo en casa poniéndome pequeñas pruebas de curiosidad, si hace corriente, cuelga alguna cosa que se mueva y llame mi atención, y si me gusta, me puedo tirar horas y horas dándole con la patita o corriendo para ver si la alcanzo.
Aquí me tenéis en una foto en la que Papi estaba arreglando no se qué y en cuanto abrió el cajón de los destornilladores, un cajón que me encanta curiosear, me acerqué a ver qué es lo que estaba haciendo... cualquier tornillito, brida de plástico o bolsita de plástico que deje vacía a su lado es motivo suficiente para inspeccionarla, a saber qué puede haber dentro, tengo que estar expectante y vigilar y cuidar a mi amito y amigo... eso sí, luego quiero siesta con él en su regazo y roncar a cuatro patas... bien calentito.
Saludos de domingo gatuno
maaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Los animales más curiosos del reino animal ! Por cierto la foto de esta entrada esta guapisima !
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