Lo
que odiaba las escaleras cuando entró a casa y lo que le gustan ahora.
La verdad es que estando cerca de tu mascota puedes comenzar a
comprender ciertos juegos o ciertos hábitos que él también te va
marcando, no reconocerlas es síntoma de que no le prestas demasiada
atención o de que simplemente la mascota es una cosa terciaria o
cuaternaria en tu vida, cuando tú eres su principal centro de atención y
en muchas ocasiones "te va buscando".
En esta imagen tenemos al señor Mishy Mishy jugando al tradicional "me
escondo, y búscame", en este caso soy yo el que se pone bajo las
escaleras y salgo de allá para cuando o saco las manos a la escalera,
momento en que aprovecha el gatito en sacar sus patitas y tocar mis
manos, algo que puede durar perfectamente media hora.
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